lunes, 21 de marzo de 2011

"Al merme" I-III



Los chinos han comprado la deuda española emitida por la desastrosa labor de un Gobierno capaz de vendernos al diablo. Cuando España no pueda pagarla por su incapacidad para fomentar y apoyar el producto Nacional, dentro de pocos años, nuestro tejido industrial y empresarial estará totalmente arrasado por las importaciones del pais que ahora aparentemente "nos da un respiro". ¿O se piensan estos politicuchos que nuestra patria se va a recuperar vendiendo jamones, aceite, conejos y vinos al pais asiatico? Dentro de poco tambien seran los chinos accionistas mayoritarios de esas empresas exportadoras, y también dentro de no poco tiempo serán los dueños. Muy pronto será imposible comprar algún producto que no esté hecho en China.

A juzgar por el recorte de derechos laborales, la bajada de salarios y de garantías sociales, todo apunta a que seremos "los chinos del siglo XXI". Y todo con la complicidad de sindicatos y prensa progre que representa a esta izquierda de caramelo que se llena la boca supuestamente en la defensa de los derechos de los trabajadores pero que nos vende, sin ruborizarse, a uno de los paises que mas vulnera los derechos de los mismos, cuando no los tiene en regimen de esclavitud.

Los mismos que hablan de libertades, de democracias, de paz mundial, de igualdades, de antirracismo, de derechos humanos y de mil palabras extraidas de la neolengua orwelliana, a la hora de la verdad hacen pactos con dictaduras oscuras y negocian con gobiernos sin transparencia. Pero negocian, no en nuestro beneficio, sino en en el suyo propio a costa de nuestra venta. Están empeñando nuestra Nación con la complicidad de una sociedad analfabeta auspiciada por esta democracia de puño cerrado que enarbola la bandera de la decadencia y la ineptitud.

El dominio total de China sobre los mercados es un proceso bien planificado por organismos internacionales que hasta la fecha venían predicando el derrumbe de aranceles (para que los productos entraran sin control) y el derrumbe de fronteras (para que las personas entraran sin control). Uno tras otro, agricultores y pescadores fueron sembrando la semilla de la conquista despistada. Los chinos, gracias a su mayor capacidad organizativa y estructural, invaden barrios enteros de manera silenciosa, sin hacer ruido, debido a su caracter taimado y tranquilo, así como a su cualificado intelecto, que es un punto a su favor. Qué diferencia con moros, amerindios, o zíngaros que se les vé venir cuál elefante entrando en cacharrería (para que luego digan algunos que todas las razas son iguales o que ni existen).

Copiadores profesionales, imitadores del esfuerzo ajeno. Asentamientos que se van extendiendo por todas partes con pequeños e insignificantes locales que de la noche a la mañana pasan a ser grandes centros comerciales indispensables. Los principales inversores en África, buena parte de suramérica y principales inversores en EUA son chinos, y ya se han metido oficialmente en nuestras decisiones empresariales y de desarrollo (si no tenemos en cuenta el tema de los pactos con el gobierno sobre exenciones fiscales y demás). Una invasión anunciada y denunciada que instaurará el régimen laboral chino y pondrá patas arriba las condiciones de los trabajadores locales (ya lo está haciendo), y que propiciará una invasión física de chinos en los puestos directivos en las empresas a las que servirán nuestros universitarios.

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