¿Y ahora qué?

Debe ser la pregunta en mente de miles de ganaderos españoles. Después de meses de movilizaciones, de kilómetros y kilómetros de protestas, de sufrir la ira de ciudadanos insolidarios, de sufrir la represión del sistema ¿Dónde ha quedado la reivindicación de un precio que cubra los costes de producción?
Una vez más los Sindicatos, en este caso agrarios, vuelven a convertirse en la contrareacción a toda lucha popular, actuando como apéndice de la patronal, e incumpliendo los acuerdos tomados en las asambleas de ganaderos. Y por desgracia, es algo a lo que estamos acostumbrándonos habitualmente. Una vez más vuelven a dar la espalda a compañeros y se ponen al servicio del capital ¿Dónde han dejado su honestidad? Si alguna vez la han tenido.
Fue la reivindicación de un precio que cubriese el coste de producción, la exigencia de estas movilizaciones. Reivindicación justa, porque no es otro que el que genera la riqueza, quien debe disfrutarla; e irrenunciable, porque de no ser así, a un gran número de explotaciones agrarias sólo les esperaría un destino: el cierre. Llevando a la ruina a muchas familias ¿Nos imaginamos una empresa vendiendo un producto a un precio inferior al que le cuesta producirlo? ¿Por qué esto se incita en el sector agrario?
La industria láctea, distribuidores, Gobierno y Sindicatos se han unido para finiquitar explotaciones agrarias y arruinar a muchas familias. Familias que ven como el capital, con la complicidad de Sindicatos y Gobierno, se apropian de la riqueza generada por su trabajo, imposibilitándoles alimentar a su familia.
Con este nuevo acuerdo, sólo hay unos perdedores: los trabajadores. Perdedores porque regulariza el robo, regulariza la pobreza y regulariza las desigualdades sociales. Intentarán vender el acuerdo con la ayuda de los medios de manipulación, como la panacea para un sector tocado económicamente. Pero la realidad es otra, el sector sale más dañado con este acuerdo, dividido (hubo dos sindicatos que no firmaron el acuerdo) y desmovilizado.
Porque trabajar es un derecho.
Porque mendigar atenta contra la dignidad de las personas.
¡¡APOYA AL SECTOR GANADERO!!
¡¡NO LO DEJES SOLO!!
¡¡ES COSA DE TODOS!!