La costa gallega vuelve teñirse de negro. Hace años fue el prestige. Ahora son las agresiones urbanísticas, los vertidos contaminantes, las aguas sin depurar, los amarres deportivos, las piscifactorías, las regeneraciones de playas con áridos de cantera y la ausencia de una ordenación del territorio.
Según Ecologistas en Acción el litoral gallego tiene 55 banderas negras (impactos irreversibles) y 102 puntos negros (agresiones que pueden revertirse) Tras Galicia, Andalucía con 51 y 63, la Comunidad Valenciana con 34 y 40, y Murcia con 32 y 36, son las costas más amenazadas.
Dicho estudio corrobora otro realizado anteriormente por Greenpeace, que concluía que las banderas negras y los puntos negros del año pasado seguían ahí y teníamos que añadir otras.
DESTRUCCIÓN NO ES PROGRESO
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