Así, el número de trabajadores que han sufrido un ERE de suspensión de su empleo alcanzó hasta julio los 333.419 trabajadores, una cifra que multiplica por 22 el dato de 2008 (15.128 ocupados). También es significativo el incremento del peso que los ERE temporales tienen sobre el total de expedientes registrados. Entre enero y julio del año pasado representaron el 42,6%, mientras que en 2009 suponen el 85,3%, el doble.
Los afectados por ERE de reducción de la jornada también han registrado un incremento muy fuerte (se han multiplicado por 21,8 veces), pero princialmente debido a su escasa utilización en años anteriores (676 entre enero y julio de 2008, frente a 14.767 en 2009). Asimismo, siguen siendo una amplia mayoría los ERE autorizados que ya venían pactados entre los trabajadores y las empresas, con un 87,3%, frente al 12,7% que son aprobados aunque sin acuerdo entre las partes.
Por sectores, la mayor parte de los despidos por ERE se concentran en la industria, que entre enero y julio alcanzó los 24.679 trabajadores (un 122,2% más que en 2008). A continuación se sitúan los servicios (13.092, un 97,8% más) y la construcción (4.419, un 131,1% más). Por último se sitúa el sector agrario, con 323 despedidos mediante un ERE, casi 4,5 veces más que en el mismo periodo de 2008 (72).
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