lunes, 3 de enero de 2011

¡¡Feliz 2 de Enero!!

Para los que sean de la LOGSE, explicarles que ayer "se celebró", al menos unos pocos así lo hicimos, la toma de la ciudad de Granada y el fin de la tan ansiada reconquista peninsular.

Debemos explicar que, si bien, el reino nazarí de Granada es derrotado en 1492, la guerra de Granada se había iniciado 10 años antes, en 1482.

Esta guerra también supondrá el uso estandarizado de tácticas de guerra distintas a las medievales, incluyendo cuerpos de zapadores profesionales, artillería de asedio, unidades de arcabuceros y el germen de lo que vendría a resultar los futuros tercios.

Un proyecto que, contrariamente a lo que se piensa se pudo hacer con anterioridad pero o no se pudo o bien no interesó. Me explico: los ejércitos antiguos funcionaban mediante sistemas de leva o conscripción ya que suponian una merma considerable de todo tipo de recursos, por lo que, ni se podía mantener grandes ejércitos ni convenía hacerlo.

A esto debemos añadirle que, superado el punto de las Navas de Tolosa en 1212, el futuro del territorio ocupado era más que claro debido al poder de los reinos cristianos peninsulares así como a las disensiones musulmanas.
Pero sea como fuere solo se reconquistaron aquellas plazas o territorios que interesaban para: explotar nuevas tierras de labranza o recursos, repoblar zonas baldías con el fin de aliviar la presión demográfica o para que muchos segundones se promocionasen o también focalizar las ansias de poder de la nobleza y tenerlas contentas.

Por ello, si no interesaba nada de esto o, aunque se precisara, no pudiera llevarse a cabo por la oposición nobiliaria, eclesiástica, etc, interesaba más tener como vasallos a estos reinos árabes que, además eran buenos contribuyentes.

Una idea, por tanto, que no era nueva ni fácil de llevar a cabo y en la que los reyes Isabel y Fernando, invirtieron y arriesgaron mucho, sobretodo Isabel, que no llevaba mucho en el trono y que estaba forzando a una Castilla recién salida de una guerra civil.
Sin embargo, y como en otras ocasiones, estructuraron todo bastante bien y lo que se esperaba como una larga guerra de desgaste resultó ser una serie de victorias, más o menos sencillas, sobre todo tras las conquistas de zonas como Baza, Ronda o Loja, entre muchas otras.

A nivel simbólico supuso mucho más de lo que creemos ya que era el fin de la recuperación de lo perdido desde 711. Era un mayor afianzamiento frente a los musulmanes en el puntal Sur de Europa, pero , sobre todo, era el principio del sueño de la unidad ibérica, de recomponer el legado godo, del que TODOS los reinos cristianos se sentían herederos pero que pudo consumarse, en parte, a través de las instituciones castellanas (más supeditadas al poder real que en Aragón).

Decimos en parte porque el reino de Portugal prefirió marchar por libre, pese a la posterior pertenencia a la monarquía hispánica. Cosa que se hará definitiva en 1640.

Símbolo también del poder cristiano en Europa y de la posibilidad de abrir una vía de reconquista del Norte de África y de Tierra Santa, como así pretendían los R.R.C.C. antes de la llegada a América.

Hay pues, mucho que recordar, mucho que rememorar y mucho que aprender.

Si quereis saber más sobre esto u otras cosas sobre la historia moderna de España os recomendamos:

"Las guerras de Granada en el siglo XV": Miguel Ángel Ladero Quesada
"La España de los Reyes Católicos":Miguel Ángel Ladero Quesada
"El Antiguo Régimen: Los Reyes Católicos y los Austrias": Antonio Domínguez Ortiz
"La España moderna, siglo XVIII": Roberto Fernández Díaz

No hay comentarios: