martes, 11 de agosto de 2009

Por cerrar ilegalmente la fábrica, un empresario (militante de la izquierda radical abertzale) debe abonar 740.000 euros


En el mes de enero pasado y sin avisar, un empresario dejó en la calle a sus 14 trabajadores y pretendió indemnizarles con sólo 20 días por año trabajado y con cargo al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Este “señor” empresario, incluso llegó a organizar contramanifestaciones frente a las protestas de los que eran sus empleados.

El empresario es Javier Gutiérrez, un conocido militante de la izquierda radical abertzale de Lekeitio, ya vemos su socialismo por los hechos que aquí mencionamos. La empresa era Kautxo Tiuna Injección, situada en un polígono industrial en Gizaburuaga. La empresa se dedicaba a la transformación del caucho.

En enero, este individuo fue multado por la Inspección de Trabajo, por el cierre irregular de la planta y por incumplimiento de la normativa laboral. Gutiérrez también presentó un ERE a finales de enero, tras varias semanas del cierre.

No solo transgredió ese punto, también cumplió el fallo del Juzgado de lo Social número 10 de Bilbao, y cambió la cerradura de la fábrica para impedir el acceso de los trabajadores, por lo que recibió una segunda multa, que ha elevado la sanción de Trabajo a casi 200.000 euros.

Durante los siguientes días empezó a retirar la maquinaria de la planta, pero se topó con la resistencia de los trabajadores, que durante cinco meses se encerraron en el interior de la planta, a lo que este individuo respondía con contramanifestaciones, al más puro estilo antisistema callejero, de esos que cuando no le gusta el lema de un acto y abanderando la libertad-dicen ellos- te cierran la boca con el lanzamiento de mobiliario urbano vario.

Recordar que durante todo este tiempo, ocho meses, los empleados no han podido cobrar prestación alguna por no estar oficialmente extinguidos sus contratos con dicha empresa. Su comité de empresa lo copaban miembros de ELA y LAB, así que tuvieron que recurrir a otro sindicato, ante la callada por respuesta por parte de estos “sindicalistas” de plastilina.

Por fortuna, el juzgado de lo Social de Bilbao, ha declarado ilegal este cierre en una sentencia ya firme, con la misma le han condenado a pagar casi 360.000 euros en indemnizaciones a los trabajadores, esto se suma a otros 180.000 euros que debe abonar por salarios impagados desde enero hasta agosto y otros 200.000 en sanciones impuesto de la Inspección de Trabajo. La chulería de este señor, para con los que eran sus trabajadores, le va a salir por 740.000 euros, pensemos que ya se le hayan quitado las ganas de cerrar ilegalmente, otra vez, una empresa.

Gutiérrez tiene otra fábrica, ubicada a apenas 15 metros, llamada Kautxo Ituna, y que sigue funcionando. Que tomen nota los empleados que allí desempeñen un puesto de trabajo.

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